La inteligencia emocional
Es un constructo de la
inteligencia interpersonal o social y de la intrapersonal, ambas forman parte
de la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner.
Por lo tanto la inteligencia emocional es la forma que
tenemos de interactuar con el mundo, en la que los sentimientos tienen un papel
muy importante, son las habilidades que poseemos para nuestras
relaciones. Como la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la
perseverancia, la empatía, la agilidad mental y el control de los impulsos,
estas habilidades que cada uno de nosotros tiene en mayor o menor medida,
configuran los rasgos de nuestro carácter como la autodisciplina, la compasión
o el altruismo, indispensables para una buena y positiva adaptación a la
sociedad.
Los educadores sociales, tenemos que tener especialmente en
cuenta la inteligencia emocional de las personas con las que trabajemos y
será indispensable para lograr resultados positivos, ayudarles a
descubrir que aspectos de su inteligencia emocional domina o necesita reforzar.
Modelos para transferir Competencias socio-emocionales
En primer lugar vamos a explicar ¿qué es una
competencia emocional? Es la habilidad para gestionar y experimentar
productivamente las emociones.
Para un educador social atender a las necesidades sociales y
emocionales de las personas, es la parte fundamental de nuestro trabajo, más
que formarlos en unos conocimientos determinados. Por ello es muy importante
que nos dediquemos a enseñar cómo se gestionan las competencias emocionales y
entrenarles a ello. Está demostrado que los niños que poseen competencias
emocionales, tienen menos problemas de disciplina, y participan mas activamente
en su aprendizaje, constituyendo para ellos una experiencia gratificante.
En la mayoría de los entornos en los que trabajaremos como
educadores, los niños y jóvenes que nos encontremos tendrán problemas de adaptación
social y otros derivados de su situación como, depresión, violencia, salud
mental, posiblemente provocados por no saber expresar sus emociones de
forma constructiva. Por lo que hay que enseñarles a reconocer y gestionar sus
emociones, para que desarrollen la solidaridad, empatía por los demás, puedan
tomar decisiones responsables, y manejarse en situaciones difíciles o de
conflicto de forma pacífica.
Hoy en día en los centros educativos se le concede una gran
importancia a las competencias sociales, ya que se ha constatado que son
decisivas en el desarrollo adecuado de los niños y jóvenes.
El desarrollo programado de competencias sociales en los
niños y jóvenes es un hecho en la mayoría de países del mundo, al comprobar que
actúa como factor de prevención de problemas de su desarrollo y mejora el
rendimiento académico. El libro nos expone la implementación de estos modelos
dentro del sistema escolar, y como este no es un ámbito propio de los
educadores sociales, yo propongo que estos modelos se adapten a las diferentes
intervenciones socio-educativas que se hagan desde la educación social y
también podría concedérselo al educador social el papel de formar en
competencias socio-emocionales dentro del sistema escolar, ya que este es un
ámbito para el que si está preparado.
De todos los ejemplos que ilustran los modelos, voy a
destacar el que se desarrolla en España, en concreto en Cantabria. “Educación
Responsable” , plantea el crecimiento integral y saludable de los
estudiantes y jóvenes, para que contribuya positivamente en su equilibrio
emocional, su bienestar y su rendimiento académico. También es una estrategia
preventiva frente a los riesgos como violencia, intolerancia, fracaso, drogas,
eco.
El objetivo es ayudar a los niños y jóvenes a
conocerse, valorarse, confiar en si mismos, comprender a los demás y
respetarlos poniéndose en su lugar, identificar y expresar sus emociones,
desarrollar su autocontrol, tomar decisiones de forma responsable, valorar y
cuidar su salud, relacionarse adecuadamente con los otros y defender sus
propias ideas, evitando conflictos y siendo capaces de resolver conflictos. En
definitiva hacer un buen uso de todas las competencias socio-emocionales.
He encontrado un ejemplo de aprendizaje de competencias sociales y emocionales en los niños, basado en la creatividad y el trabajo en equipo.
Competencias socio-emocionales que debe tener el perfil de
un educador, para comprender la diversidad y educar en y para la
diversidad.
La autoconciencia emocional. Conocimiento de las
teorías de las emociones, del papel que estas tienen en el aprendizaje y la
cognición y conocer los métodos de la educación emocional.
El autocontrol y gestión de las emociones. Habilidad
para identificar, comprender y regular las emociones de si mismo y de los otros
especialmente de las personas a las que esta educando. Se refiere al saber
hacer La conciencia social. Habilidades para promover la
competencia emocional de los educandos y su comunidad.
El manejo de las relaciones sociales. Valoración
positiva del papel que juegan las emociones en la vida de las personas, en
todos los ámbitos, personal, educativo, laboral, familiar y ciudadano.
Es fundamental que el educador social posea las competencias
expuestas, para poder desarrollar su trabajo con las mayores garantías de éxito
y profesionalidad. Pero además estas deben compensarse con una mayor
resiliencia, es decir el proceso de adaptarse bien a las situaciones adversas y
tomarlas como un desafío que pone a prueba las capacidades del educador, porque
en esta profesión es común encontrarse con situaciones y conflictos difíciles
de resolver y que se alarguen en el tiempo hasta que se vean resultados.
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